Monday, May 26, 2008

Consejos Para el Próximo Presidente de EEUU

Por Manuel E. Yepe

Un grupo de expertos estadounidenses convocados por el centro de estudios de relaciones internacionales más influyente del país, ha recomendado al nuevo presidente de esa nación que sea electo en noviembre próximo que se comprometa a trabajar de manera cooperativa con los países de América Latina e introduzca cambios en la política exterior de Washington hacia la región.
Así mismo, aboga por abrir canales de comunicación con Cuba, formales e informales. Valora, así mismo, que “Estados Unidos debería dar una serie de pasos con el objetivo de levantar el bloqueo contra Cuba”.
También recomienda mantener las relaciones con Venezuela, y abiertos los canales que se requieran para debatir en foros internacionales las respectivas políticas sobre todos los asuntos.
Las recomendaciones para la política estadounidense hacia la región, instan al próximo inquilino de la Casa Blanca a que adopte políticas hacia la región que sean complemento de las iniciativas formuladas por los propios latinoamericanos en materias como la reducción de la pobreza, el mejoramiento de la seguridad pública y los relacionados con la energía.
El grupo de expertos que elaboró el informe lo presiden la Embajadora Charlene Barshefsky y el General en Retiro James T. Hill. Lo completan una veintena de personalidades que incluye ex legisladores, políticos, asesores y otros reconocidos especialistas, asesorados por Julia Sweig, directora del programa latinoamericano del Consejo de Relaciones Externas (Council on Foreign Relations, o CFR), con sede en Washington, DC.
La Embajadora Barshefsky se desempeñó como Representante Comercial del Gobierno de los EEUU (US Trade Representative) de 1997 a 2001, luego de haber sido Vicesecretaria de Estado para el Comercio de 1993 a 1996. Ha sido fuerte activista de la candidatura presidencial del partido demócrata para Hillary Clinton.
El General de Ejército en retiro James T. Hill fue comandante del Comando Sur, de 2002 a 2004, y antes lo había sido del Primer Cuerpo y el Fuerte Lewis, desde septiembre de 1999.
La historiadora Julia Sweig es autora del libro titulado “Dentro de la Revolución Cubana- Fidel Castro y la lucha clandestina urbana”, publicado por Harvard University Press.
El informe, que se titula “Relaciones Estados Unidos –América Latina: Una nueva dirección para una nueva realidad” y cuyos autores fueron convocados por el CFR, parte de la afirmación de que “la política estadounidense no debe seguir estando basada en la suposición de que Estados Unidos es el actor exterior más importante en América Latina”.
Argumenta el documento que la incapacidad de varios anteriores gobiernos en el cumplimiento de sus promesas de seguridad y prosperidad ha minado la fe en “la democracia representativa” y ha alentado “la prominencia de líderes que prometen amplios cambios políticos y sociales, como Chávez”.
Constata el informe el hecho significativo de que, al criticar a Washington, los líderes latinoamericanos logran apoyo de sus pueblos.
Reconoce que “por más de 150 años la Doctrina Monroe ofreció los principios que guiaban la política estadounidense hacia América Latina, afirmando la primacía de Estados Unidos en las relaciones exteriores de la región. Durante las últimas dos décadas estos principios se han vuelto cada vez más obsoletos”.
El problema ahora, añade, es que “el marco básico de la política en Washington no ha cambiado lo suficiente para reflejar esa nueva realidad”. Por lo tanto, sugiere que los diseñadores de políticas hacia la región tienen que cambiar la manera de pensar: “América Latina no pertenece a Washington para perderla; tampoco es propiedad de Washington para salvarla. El destino de América Latina está, en gran medida, en las manos de América Latina”.
Agrega que la globalización de América Latina implica también que la política estadounidense es ahora sólo uno de varios factores que compiten para influir en la región y varios países grandes del área ya han diversificado sus relaciones a un grado tal que hace que Estados Unidos no sea el determinante.
El informe estima que la percepción popular en la región es que el liderazgo global y hemisférico de los Estados Unidos ha caído a su nivel más bajo en la memoria reciente.
Advierte que, a pesar de la liberalización económica, casi 200 millones de latinoamericanos –37 por ciento- viven en la pobreza y eso, combinado con el problema de las desigualdades, genera “barreras” contrarias a los intereses estadounidenses, ya que nutren “polarización política y la agitación social (…) fomentando violencia, obstaculizando el crecimiento económico y minando a la vez el apoyo a la democracia”.
“Los ciudadanos latinoamericanos esperan correctamente que la democracia entregue más igualdad, justicia social y prosperidad, no sólo representación formal”, apunta el informe.
El informe califica de inadecuado el enfoque que ha venido dando la política de los Estados Unidos hacia Latinoamérica, concentrado en tres elementos: comercio, democracia y droga.
Recomienda que, en vez de ellos, se enfoque la política de los Estados Unidos en América Latina hacia estos otros cuatro elementos: migración, pobreza y desigualdad, seguridad energética y seguridad pública.
“Si alguna vez hubo una era de hegemonía de Estados Unidos en América Latina, ésta se acabó”, es la conclusión a que llega el informe sobre las relaciones de Washington con la región emitido el 14 de mayo de 2008.
Nota: El autor es abogado, economista y profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de la Habana.

Sunday, May 25, 2008

Carta de los Padres de Rafael, Eduardo y Pablo Vergara Toledo

Por Luisa Toledo Sepúlveda y Manuel Vergara Mesa

"El mundo tiene todo el derecho a dudar de la sinceridad de las personas que se oponen a la violencia revolucionaria, sin haberse opuesto antes a la violencia institucionalizada que la provoca" (padre Miguel D'escotto).

Queridos compañeros y compañeras de lucha:
Les escribimos Manuel y Luisa, los padres de Rafael, Eduardo y Pablo Vergara Toledo.
Queremos compartir, como siempre lo hemos hecho, nuestros sentimientos, nuestras emociones, respecto de lo que ha acontecido con el caso del asesinato de nuestros amados Rafita y Eduardo, concretamente sobre el fallo que acaba de emitir el juez Carlos Gajardo, dictando sentencia para los criminales, funcionarios de la Institución de Carabineros de Chile. Ustedes ya deben haberse enterado de todo a través de los medios de comunicación. Nosotros dimos dos entrevistas en el día de ayer a través del canal 7 y 13 donde dijimos muchas cosas, pero, como siempre no salió nada, y es por eso que decidimos enviarles esta carta.
Nuestro primer sentimiento es de agradecimiento a todos y todas, hombres, mujeres, jóvenes y niños que nos han acompañado desde siempre en nuestro peregrinar de estos 23 años de dolor y de lucha, especialmente a los jóvenes que dieron una lucha más frontal contra la represión que siempre ha estado presente hostigándolos, amenazándolos, tomándolos presos, castigándolos, manchándoles sus papeles de antecedentes, haciéndolos perder sus trabajos y sus lugares de estudio y en este último 29 de marzo, asesinando a dos jóvenes pobladores y tomando presos a cientos en todo el país, algunos de los cuales todavía permanecen en las cárceles sin acusaciones formales, sino más bien como una forma de castigo ejemplarizador para otros.
Sin esta red de amor y compromiso que hemos formado a través de los años no habría sido posible llegar al punto en que estamos hoy día, sin esta red de amor y compromiso habríamos quedado solos y el caso se habría quedado en la "justicia militar en total impunidad", como los criminales querían y como de hecho muchos casos han quedado.
GRACIAS por su valentía, porque a pesar de las campañas de terror montadas por los gobiernos de turno, siempre, siempre están sus rostros ahí presentes que nos dan fuerzas y valor para seguir, a pesar del cansancio. Muchos con sus bebés en brazos, lo que nos conmovía profundamente.
Otro sentimiento que nos embarga es que no queremos ser "un caso especial", lo que nos impide sentir siquiera un poquito de alegría, porque son miles y miles a quienes se les debe el mismo respeto y el mismo trato de seres humanos pasados a llevar en su dignidad y a quienes se les arrebató su preciosa vida. Quisiéramos esta justicia para todos y todas, pero como sabemos que no va a ser así, les ofrecemos este logro nuestro a todos los caídos y, en especial a aquéllos anónimos que nadie recuerda ni siquiera su nombre: Benditos sean todos ustedes: Lumi Videla, Carmen Bueno, Miguel Enríquez, Jorge Humberto D'Orival, Patricio Sobarzo, Lucía Vergara, Arturo Villavella, Sergio Peña, Cristián Castillo, Hugo, Rodrigo Rojas, Jecar Neghme, Luis Alberto Silva Jara, Cecilia Magni, Raúl Pellegrini, Pablo Vergara, Aracelli Romo, Tatiana Fariña, Ronald Wood, Alex Lemun, Ariel Antonioletti, Mauricio Maigret, Pablo Muñoz Moya , Andrés, Mauricio, José Miguel, Norma, Yuri Uribe, Claudia López, Carlos Aedo, Daniel Menco, Rodrigo Cisternas, Matías Catrileo, René Palma, Jhoni Cariqueo y miles de otros del pueblo pobre al que pertenecemos.
Los crímenes cometidos por la Dictadura militar y por los gobiernos de la Concertación en estos últimos años tienen como lógica y justificación el menosprecio, el temor y la connotación de violentistas subversivos de las personas a quienes se les arrebató la vida y por otro lado, la ambición de poder, riquezas y la soberbia e ignorancia de los que detentan el poder.
Son muchos de nosotros, miles de mujeres, hombres y niños que derramaron su sangre en crímenes atroces.
Son miles de nosotros, hombres y mujeres que sufrieron la perdida de su libertad en las mazmorras de la CNI, en encarcelamientos largos y desgastadores.
Son miles de nosotros los torturados en casas de tortura quitándoles muchas veces su vida, siempre su dignidad y su deseos de seguir viviendo.
Son miles de nosotros los detenidos y hechos desaparecer de la faz de la tierra.
Son muchos de nosotros los que perdieron su cultura en un exilio forzado y doloroso.
Todos estos seres humanos fueron un ensayo único y precioso de la naturaleza, cada uno de ellos fueron un punto particularisimo, importante, y siempre singular en que se cruzaron los hechos del mundo solo una vez de aquel modo y nunca más.
Un abrazo fuerte y fraterno.