Por Hermes H. Benítez (*)
En un interesante artículo publicado el año pasado en La Nación,(1) el periodista Camilo Taufic afirma haber desentrañado de modo definitivo uno de los tantos enigmas que rodean la muerte del Presidente Allende, ocurrida, como se sabe, esa trágica tarde del 11 de septiembre de 1973. Lo que Taufic ha hecho es revelar públicamente, aunque sin exhibir ninguna prueba más que su palabra, que el verdadero autor de aquellas fotos históricas de Allende en La Moneda, armado y con casco, protegido por varios miembros del GAP, y portando un fusil AK 47, que recorrieron el mundo casi desde aquel mismo día, no fue otro que el propio fotógrafo oficial de Palacio, el legendario "Chico Lagos". Según lo que nos indica Taufic, por razones de seguridad personal, y otras circunstancias un tanto oscuras, el propio Luis Orlando Lagos Vásquez se habría encargado de ocultar celosamente la paternidad de tan extraordinarias fotografías, pero al fallecer recientemente en un hogar de ancianos de Santiago, a los 94 años de edad, quienes creían conocer el secreto desde hacía mucho tiempo (2) decidieron que ya no existía ninguna razón para no revelar la verdad.
Sacar a la luz información como esta pudiera parecerle a más de alguien un asunto de escasa importancia, pero en un hecho de tanta trascendencia histórica como es la muerte de Allende, y en donde, debo decirlo, han primado la superficialidad y la falta de rigor científico, el conocimiento, incluso, de un detalle aparentemente menor, pudiera abrir nuevas e insospechadas posibilidades de investigación y descubrimiento, como esperamos ponerlo aquí de manifiesto.
En uno de los párrafos inciales de su artículo escribe Taufic lo siguiente: "El chico Lagos retrató desde dentro el drama que se desencadenaría en La Moneda, con una cámara Leica, a primeras horas del 11-S-73. Registró así para la historia el último recorrido de Salvador Allende por las dependencias de palacio, rodeado de Gaps y carabineros hasta ese momento leales, cuando ya los aviones golpistas sobrevolaban el centro de Santiago, eligiendo el trayecto posterior de sus bombas contra la sede del Gobierno."(3)
Como hombre profundamente interesado en el tema, me llamó poderosamente la atención el pasaje citado, pues plantea al investigador un cierto número de interesantes problemas interpretativos. Primero ¿cómo supo Taufic que la foto en cuestión fue tomada "a primeras horas" del 11 de septiembre"? La respuesta es sencilla: porque los carabineros no abandonaron la defensa de La Moneda, y del Presidente Allende, antes de las 10 de la mañana. Segundo ¿cómo supo Taufic que aquella foto correspondió "al último recorrido de Salvador Allende por las dependencias de palacio". Mi opinión es que él no lo sabe, ni tiene modo de saberlo, por lo menos a partir de lo que hasta hoy se conoce acerca de estos últimos instantes. Tercero y último ¿cómo supo Taufic que en ese preciso momento uno o varios aviones golpistas sobrevolaban la Moneda? Creemos que por medio de una simple deducción hecha a partir de lo que muestra la fotografía, en la que se ve al Presidente y sus escoltas armados mirando atentamente hacia el cielo(4).
A partir de estas consideraciones se nos ocurrió preguntarnos si acaso sería posible establecer, con algún grado de precisión, la hora en que fue tomada aquella foto. Por suerte contamos con algunos indicadores indirectos del momento en que uno, o varios, aviones Hawker Hunter sobrevolaron La Moneda aquella mañana. La primera indicación nos la da el propio Allende, cuando en su cuarta comunicación radial por las ondas de CB 114, Radio Corporación; hecha a partir de las 9:03 de la mañana, comienza diciendo: "En estos instantes pasan los aviones. Es posible que nos acribillen, pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con nuestro ejemplo, que en este país hay hombres que saben cumplir con la obligación que tienen...etc.".
Afortunadamente existe otro testimonio, aunque mucho menos conocido, que permite confirmar la hora indicada indirectamente por Allende en aquella comunicación radial. Es el que entrega el propio aviador golpista que comandó el ataque aéreo a La Moneda, el general (R) Mario López Tobar, en su libro titulado: El 11 en la mira de un Hawker Hunter. Las operaciones y blancos aéreos de septiembre de 1973 (Santiago, Editorial Sudamericana, 1999). En las páginas finales de este libro justificatorio del Golpe y de los ataques aéreo y terrestre al palacio presidencial, el piloto de la FACH relata con lujo de detalles técnicos, y con manifiesto orgullo y satisfaccion, cómo destruyó las antenas de las radios Corporación y Luis Emilio Recabarren, mediante el disparo de cohetes, los que más tarde serían lanzados contra los techos y paredes del antiguo edificio de La Moneda. López Tobar nos cuenta, a continuación, que una vez destruidos aquellos blancos, recibe ordenes radiales de subir con su avión a una altura superior a los 20 mil pies:
"...para permanecer media hora sobre la capital y luego si no hay nuevos objetivos por batir, ...aterrizar en Los Cerrillos"... Nuevamente se me informa que no hay novedades con lo que pasa en La Moneda, pero que en general, la situación está tranquila. En la casa presidencial de la calle Tomás Moro hay gente, probablemente del Gap o miembros de la guerrilla(?) que está parapetada, resistiendo. Me dedico a observar las poblaciones donde vive mi personal y mi familia, y puedo constatar que no se ve gente por los alrededores. Sólo en el sector del centro de Santiago, en especial en las cercanías del Palacio de Gobierno, se detectan soldados casi como puntos vistos desde aquí arriba, los que se mueven en las plazas y avenidas. También puedo observar con toda claridad a los vehículos del Ejército, tanques, transportes blindados de tropa, camiones y jeeps, como igualmente algunos cañones, probablemente de esos sin retroceso y otros menores. Hay humo en la zona producto de los disparos. Son casi las nueve de la mañana, y me parece que llevo horas desde que despegamos desde Concepción."(5)
Pareciera no caber duda, entonces, que la foto del Presidente y su escolta mirando al cielo debe haber sido tomada en los momentos mismos en que el Hawker Hunter piloteado por López Tobar pasaba a baja altura por sobre el Palacio de La Moneda, muy cerca de las 9 de aquella mañana.(6) Pero además, la descripción del aviador golpista resulta particularmente iluminadora, porque permite comprender que el avión que Allende debió ver y escuchar en el momento en que se le tomaba la fotografia, no se aprontaba a atacar el Palacio Presidencial, como pudiera pensarse, sino que se trataba de uno que, casi tres horas antes del bombardeo, sobrevoló el centro de Santiago con fines de reconocimiento(7) y muy probablemente de intimidación del "enemigo". El hecho de que en la foto, tomada supuestamente por Orlando Lagos, aparezcan varios carabineros detrás de Allende, sirve como una confirmación adicional de que el avión en cuestión tiene que haber volado sobre La Moneda antes de que las tanquetas de carabineros abandonaran sus posiciones de defensa de Palacio, cerca de las 10 de la mañana; y no poco antes del bombardeo aereo de la Moneda, que ocurriría casi dos horas después.
De modo que puede afirmarse, con un alto grado de certeza, que las fotos (8) del Presidente con casco y fusil al hombro junto a sus escoltas armados, deben haber sido tomadas escasos minutos antes de las 9 de la mañana del 11 de septiembre de 1973. Aquí se nos plantea una vez más la pregunta que por mucho tiempo han venido haciendose periodistas e historiadores: ¿fue esta la última fotografía de Allende con vida? Premunidos de la conclusión arriba indicada creemos que es posible dar ahora una respuesta definitiva a esta cuestión.
En un artículo escrito por el afamado fotógrafo argentino Amadeo Becquer Casaballe, fechado en 1997, se nos relatan la circunstancias en que el fotógrafo transandino Horacio Villalobos, de la United Press International (quien había arribado a Santiago el día anterior con el fin de tomar algunas fotos del Presidente en una entrevista que le haría el mismo 11 de septiembre la revista norteamericana Times), abandona su hotel y decide salir a tomar fotografías en torno a La Moneda, en los momentos mismos en que el Golpe se encuentra en plena marcha. El siguiente es el relato de Becquer Casabelle de las actividades de Villalobos aquella mañana:
"En este momento las tanquetas se retiran y los carabineros dejan la Plaza [de la Constitución]. Fue [entonces] cuando por una de las ventanas del primer(sic) piso [en realidad se trata del segundo] Allende se asoma para constatar que lo estaban abandonando a su suerte. Yo tenía dos cámaras, una con un zoom y la otra con un granangular. Me pongo a correr y grito: 'Allende', 'Allende'. Al lado mío corría Arielo Netto, un camarógrafo amigo, uruguayo, que era más respetuoso y gritaba: 'Señor presidente, 'Señor presidente'. Esa cuadra de La Moneda había estado realmente desierta y entonces sucede algo mágico: justo aparecen caminado unos chicos que nos habían escuchado, Allende vuelve a abrir el balcón y hace un saludo fugaz. Yo tomo dos fotografías con el granangular, para que se vean los chicos. Uno [de ellos se dirige] a Allende y le dice: Deles duro compañero presidente.(9)
Como conocemos la hora en que las tanquetas de carabineros abandonaron los alrededores de La Moneda, esto es, poco antes de las 10 de la mañana, podemos sostener que la foto de Horacio Villalobos, tomada cerca de aquella hora al Presidente Allende saludando a varios estudiantes desde uno de los balcones del segundo piso del Palacio Presidencial es, efectivamente, su última foto en vida. Mientras que las fotografías tomadas en el interior del Palacio, con ser de mucho mayor valor expresivo y dramático, son anteriores, por lo menos en una hora.
Pero queda un importante detalle por aclarar. En el artículo de Becquer Casaballe recién citado se contiene una afirmación, sin duda basada en información equivocada, que es preciso corregir. Dice el fotógrafo que la foto que en 1973 apareció en la portada de todos los grandes periódicos del mundo, "en realidad, había sido obtenida varios meses antes, en junio de 1973, durante el fallido golpe militar conocido como el Tancazo". Esto manifestamente no es así, porque no cabe duda que aquellas fotos fueron tomadas la mañana del 11 de septiembre, lo que por lo demás sería confirmado por las recientes revelaciones de Taufic y por otros detalles de la historia interna de aquella fotografía. Pero si a alguien le quedara alguna duda al respecto bastaría con observar, con algún detenimiento, la conocida foto aquella en que aparece Allende muerto sobre una camilla militar de lona,(10) en la que a pesar de su oscuridad y baja resolución pueden distinguirse claramente la chaqueta de tweed y el sweter de figuras rombolidales, que el Presidente se puso aquella mañana temprano, luego de haberse informado de que el Golpe se había ya puesto en marcha en el puerto en el que 65 años antes desembarcara en este mundo.
Notas:
(*) Hermes H.Benítez es el autor del libro LAS MUERTES DE SALVADOR ALLENDE (Santiago, RIL Editores, 2006), cuya segunda edición se encuentra a punto de aparecer en Chile.
1. Camilo Taufic, "La secreta historia del Chico Lagos", La Nación, Domingo 4 de febrero de 2007.
2. Al parecer Taufic no es el único que habría estado en el secreto. Por ejemplo, en su libro Allende, un mundo posible (RIL Editores, 2003, pág. 208), el periodista Tito Drago señala que la foto en cuestión habría sido tomada "por un trabajador de la OIR [Oficina de Informaciones y Radiodifusión, de la Presidencia de la República] y que, sin firma, da la vuelta al mundo." Se trataría, aparentemente, de una manera velada de referirse a Orlando Lagos.
3. Camilo Taufic, Art. Cit.
4. La foto completa, que a menudo se publica recortada, muestra a la derecha de Allende a otro miembro del Gap armado, también mirando hacia lo alto, cuyo nombre desconocemos. En todas las fotos tomadas aquella mañana en el interior de La Moneda, aparece el doctor Danilo Bartulín junto al Presidente, y detrás de él un oficial de carabineros, que algunos afirman ser el capitán José Muñóz, quien le facilitó a aquél su propio casco.
5. Mario López Tobar, Op. Cit, pp. 118-119. Ascanio Cavallo y Margarita Serrano han registrado, también, esta coincidencia. Escriben: "Este cuarto mensaje [de Allende] coincide con el paso del Hawker Hunter piloteado por el comandante Lopez Tobar, que ha recibido órdenes de hacer unas pasadas de reconocimiento a 20 mil pies sobre Santiago". GOLPE 11 de septiembre de 1973, Santiago, Aguilar Chilena, 2003.
6. El siempre bien informado redactor de Le Monde, Pierre Kalfon, registra esto de manera admirable: "( 9 h 00: ... Des avion des chasse Hawker Hunter passent en vol rasant dans un bruit assourdissant. Una maniere à la foix d'impressionner et de prendere les repères" Allende. Chili: 1970-1973, Chronique, Biarritz, Atlantica, 1998, pág. 266. (Traducción: "Aviones de casa Hawker Hunter pasan en vuelo rasante [sobre La Moneda] haciendo un ruido ensordecedor. Una manera a la vez de impresionar y de tomar las marcas [para el ulterior bombardeo]".
7. Así lo indica el propio López Tobar en su libro.
8. Uso aquí el plural, porque las fotos, supuestamente de Orlando Lagos, evidentemente fueron tomadas consecutivamentes y con segundos de diferencia, una de la otra, según puede apreciarse en las págs. 196 y 197 del libro Salvador Allende. Una época en blanco y negro, de la escritora Alejandra Rojas. Madrid, El País/Aguilar, 1998.
9. A. Becquer Casaballe, "La última fotografía de Salvador Allende" http://www.chilevive.cl/homenaje/allende/allende-foto.shtml
10. Esta foto fue publicada en Chile por primera vez en el número especial (de septiembre de 1983), de la revista Análisis. Ha sido reproducida por Mónica González, en su libro titulado: Chile: La conjura. Los mil y un días del golpe, Santiago, Ediciones B/Grupo Zeta, 2000, pág. 15.
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